Esta obra combina y globaliza sabiamente distintos enfoques de la vida humana. Indudablemente ayudará a que las personas que se ocupan del cuidado y asesoramiento pastoral trabajen con una visión integradora y una clara comprensión de su papel. Para el autor, el foco del trabajo pastoral está puesto en el crecimiento, la madurez y el desarrollo de la persona como una totalidad físico-psíquico-espiritual-social, y esta imagen de totalidad debe permear toda acción pastoral. Su reflexión está orientada hacia la práctica. Su lenguaje es sencillo, aun cuando plantea cuestiones de indudable profundidad. Todo esto demuestra una vasta experiencia pastoral, profesional y docente que él comparte sin temor de hacerse vulnerable.