Ireneo es el teólogo más importante de su siglo. Su libro Contra las herejías, esencialmente contra los gnósticos y los marcionitas es una obra imprescindible para los estudiantes de historia y del devenir de la iglesia en los primeros siglos del cristianismo. Pero Ireneo, como apologista, no se limita a desenmascarar los errores, al mismo tiempo, ofrece la respuesta, aportando con ello una exposición argumentada y definida de la fe cristiana en la que la iglesia se reconoce fácilmente todavía hoy.