Cirilo de Jerusalén (315-386) es uno de los primeros teólogos del Espíritu Santo; a su pneumatología han dedicado diversos autores cristianos importantes análisis y estudios. Su vida y su obra van íntimamente ligadas a la ciudad de Jerusalén y a la iglesia allí iniciada, la «Iglesia madre de todas las iglesias», de la que fue obispo durante treinta y cinco años. La obra escrita completa de Cirilo, que presentamos en el presente tomo de Grandes Autores de la Fe, consiste en 18 discursos de catequesis dirigidos a los catecúmenos o candidatos al bautismo y 5 lecciones, llamadas mistagógicas, dedicadas a esclarecer a los recién bautizados los misterios de la fe. Poseen el considerable interés de ser el intento más temprano de formular un sistema de teología cristiana. El testimonio de Cirilo resulta indispensable para establecer el Canon de la Escritura y es fundamental a la hora de determinar la enseñanza de la Iglesia sobre los principales artículos del credo. A su vez, aporta mucha luz a fin de aclarar las formas de administración de los sacramentos y la liturgia cristiana en el siglo IV.