“Cuando comencé a enseñar en Redeemer College en 1982, no tenía idea de que pasara la próxima década de mi vida profesional tan intensamente involucrado en la educación escolar cristiana … Esta participación ha sido preciosa para mí, una fuente de aliento espiritual y satisfacción profesional. Sobre todo se ha fortalecido mi compromiso con la causa de la educación escolar cristiana y mi convicción de que su mayordomía esta en buenas manos. Me han comentado que lo que he dicho y escrito a lo largo de los años sobre la educación cristiana ha sido útil. Estoy agradecido por eso y por este medio quiero devolver el favor. Las conversaciones con muchos maestros de escuelas cristianas … a lo largo de los años me han sido gratificantes, y estaría encantado si aceptaran este pequeño folleto como expresión de mi gratitud” (tomado del Prólogo)