El discípulo cristiano es una entrega personal y radical a Jesucristo y no puede ser de otro modo. Precisamente esta radicalidad, según afirma el autor de este libro, es la que con urgencia necesita nuestro mundo de hoy.
John Stott, ofrece una pertinente reflexión para aquellos que están interesados en evaluar la calidad de su relación con Jesucristo en torno a la siguiente pregunta: ¿cuáles son las dimensiones e implicancias de las afirmaciones JESÚS ES EL SEÑOR tanto para la vida personal, para la iglesia como para la sociedad del siglo XXI?