Ejemplificadas en las vidas de tres hombres ilustres de la fe -Alexander, Hodge y Warfield- vemos cómo muchas tendencias contrapuestas que inquietan al creyente moderno hallan solución y viven en perfecta armonía, tanto teórica como práctica. Biblia y tradición, espiritualidad, erudición, devoción y ciencia encajan en un sistema de pensamiento y vida cristiana que evitan las tensiones y contribuyen a la maduración total del creyente en Cristo.