El Castigo eternal es un compendio de cuatro obras memorables de autores respetados: El castigo eterno de A. W. Pink, El mal que invoca el juicio ardiente de Dios de Thomas Brooks, La doctrina del castigo eterno de William G. T. Shedd, y El castigo futuro de los impíos de Jonathan Edwards.
Aunque lo hacen desde diferente perspectiva, cada una de esas cuatro obras abordan temas como la ira de Dios, el castigo presente y futuro de los pecadores, el infierno, el pecado, la culpabilidad del hombre, la maldad del pecado, etc.
Lamentablemente en nuestra época estos temas han sido descuidados, suavizados e incluso negados por el cristianismo profeso. Normalmente esto se hace apelando al amor y la misericordia de Dios; pero lo que todos tenemos que entender es que estas doctrinas incómodas proveen el marco de referencia en el cual el amor y la misericordia de Dios brillan con más esplendor. Así que si realmente queremos deleitarnos en contemplar el amor y la misericordia divina, hemos de esforzarnos a forjar un buen entendimiento de estas verdades incómodas; solo así podremos contemplar más el glorioso amor de Dios en Cristo.