Se ha concebido y se ha dado a luz a este libro con la oración de que Dios lo use para ayudar a muchos de sus amados hijos a rendir una obediencia nueva a este imperativo, para la honra de Dios: "Por tanto, glorificad a Dios en vuestro cuerpo". Sin embargo, la obediencia que deseo fomentar es una que esté firmemente arraigada en un entendimiento sólido de los privilegios y las motivaciones que produce el evangelio, y que, sostenida por este, se lleve a cabo en el poder de la dinámica del evangelio, el poder que proviene del Espíritu Santo que mora en el creyente.