¿En qué consiste, pues, el beneficiarse verdaderamente de la Palabra? ¿No nos da 2ª Timoteo 3:16-17 una respuesta clara a esta pregunta? Leemos allí: «Toda escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir, para corregir, para instruir en justicia: a fi n de que el hombre de Dios sea perfecto, enteramente preparado para toda buena obra.» Obsérvese lo que aquí se omite: la Santa Escritura nos es dada, no para la gratificación intelectual o la especulación carnal, sino para prepararnos para «toda buena obra», y para enseñarnos, corregirnos, instruirnos. Vamos a esforzarnos en ampliar esto con la ayuda de otros pasajes.