Una de las características distintivas de los comentarios de Juan Calvino es que no eran meras disertaciones doctrinales y teológicas para la academia, sino exposiciones de la Palabra de Dios para la congregación de creyentes de la Iglesia donde laboraba. Esto supone una explicación fácil de seguir y aplicada a las necesidades de su contexto contemporáneo. Especialmente el comentario acerca de Sofonías resalta por su tono de exhortación a no confiar en los privilegios que se obtienen de un cristianismo nominal para vivir una vida reprobable, pensando que a pesar de todo Dios nos aceptará tal cual somos. Calvino menciona en su comentario que el nombre la "reforma" se veía manchado y profanado en su día por la vida inmoral de muchas personas que solo de nombre eran cristianos. Al mismo tiempo, nos insta a refugiarnos solamente en la libre gracia de Dios en Cristo para nuestra salvación eterna.