La Teología del Nuevo Testamento de Marshall se distingue por su organización del material y su enfoque misionero como se desprende del subtítulo: “muchos testigos, un solo evangelio”, siendo de la peculiar visión de Marshall de que: «toda la teología del Nuevo Testamento es una teología misionera». El enfoque de la obra es netamente evangélico, pero con una talla académica que la convierte en lectura obligada aún para los más liberales que no pasa por alto las más recientes propuestas en los estudios paulinos ni el escabroso tema de la autoría de sus epístolas. Pero lo más valioso de la Teología del Nuevo Testamento de Marshall en relación con otras teologías, es su utilidad para el predicador. Además de la habitual y consabida reflexión teológica, aporta también un fondo muy valioso de ideas para la exposición de la Palabra.