¿De qué nos sirve decir <<La Biblia dice...>> si dos tercios de nuestros oyentes no creen que la Biblia es verdad? ¿De que nos sirve decir que Jesús es la verdad si dos tercios de de las personas creen que la verdad no existe? Es cierto que la palabra de Dios tiene poder para convencer el corazón más duro. Pero si los cristianos queremos que nos escuchen, y si queremos llegar de forma eficaz a nuestra cultura, debemos desarrollar lo que Francis Schaffer llamó una apologética cultural: defender el propio concepto de la verdad.