“Señor, enséñanos a orar”. Si alguna vez has repetido esta petición de los discípulos en tu propio corazón, entonces estos mensajes del “Príncipe de los predicadores” serán un banquete para tu alma. Aquí encontrarás preceptos sencillos y a la vez poderosos que, con la bendición de Dios, podrían cambiar tu vida de oración para siempre.
“Ora por la bendición con la cual podrás estar lleno de gozo, pero sin la cual serás pobre y miserable, aunque haya abundancia en tu alacena. Haz que tu oración constante sea: ‘¡Oh si en verdad me bendijeras!’”. —La oración de Jabes
“Esta oración sirve para vivir con ella y también para morir con ella. Es una oración para los que adoran habitualmente a Dios en la iglesia, pero también para la gente que está en las calles a nuestro alrededor. Es una oración para todos y para recordarla en cualquier lugar donde te encuentres: ‘Señor, ayúdame’”. —Una oración para todos