A brevedad del mensaje de Abdías parece reflejar el contenido de su libro: "las malas noticias hay que darlas rápido y directo". Los hombres de Edom, descendientes de Esaú, repitieron el viejo pecado de Caín. En lugar de comportarse como verdaderos "guardas de su hermano", dada la filiación con los israelitas, los hombres de Edom se portaron como si fuesen enemigos. El mensaje de Abdías es claro: Dios no tendrá por inocente al malvado, aun así se trate de cercanos a su pueblo. Con su actitud, los edomitas habían puesto en peligro a la Simiente prometida de Abraham en quien "serían benditas todas las familias de la tierra" (Génesis 12:3). Abdías es un libro que ha de leerse al igual que su mensaje: rápido y a la luz de la historia del Pacto. En un tiempo como el nuestro, cuando está en juego la causa del Altísimo en todos los frentes, no cabe duda de que las palabras de Abdías deben resonar en la mente y el corazón de todo lector interesado en el avance del Reino de Dios en la historia. Los que ya conocen el pensamiento del Reformador Juan Calvino, agradecerán este comentario sobre un libro importante del Antiguo Testamento. Con su típico estilo de evitar discusiones superfluas, y su conocimiento vasto de las otras Escrituras, este comentario es una verdadera herramienta para el estudio de la Biblia. Para los que aún no han disfrutado las obras de este siervo de Dios, quien buscaba la sencillez y precisión en la interpretación de las Escrituras - este comentario será una placentera introducción al teólogo cuyo lema de vida era: "Mi corazón te ofrezco pronta y sinceramente".